Aquí vemos a una mascarita muy en su papel. Los vestidos eran lo que uno podía conseguir, prestado o confecionado en casa con el menor coste posible porque en los años 60 el dinero no sobraba en ninguna casa, cada cuál se las ingeniaba para disfrazarse como buenamente podía. También se rebuscaba en las casas la ropa vieja que se reutilizaba para el Carnaval.
La Palma, negocio de moda
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*La Palma*
*Como siempre al escribir estos artículos, no sé si alegrarme de los
avances sociales o preocuparme por ellos. No tengo ninguna duda de...
Hace 1 día
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